Tiene hacia adelante la revisión contractual de las concesiones en petróleo y electricidad. En la asunción estuvo Pichetto que, junto a Weretilneck, defendió la minería a gran escala.

El gobernador Alberto Weretilneck resaltó ayer, en la puesta en funciones de Guillermo Gesualdo como secretario de Energía, que Río Negro avanza en un proceso “de inflexión” con la revisión contractual en petróleo y energía mientras reinstaló la proyección minera. Dijo en el discurso que la provincia no “deja de mirar” y “presta atención a la minería en gran escala”, reposicionando ese desarrollo en el ranking de las prioridades de su administración.

Por su parte, Gesualdo aseguró que “en marzo ya se cumplirán con las primeras charlas” con las petroleras en el marco de las prorrogas, recordando que también “habrá revisión” de las originales obligaciones contractuales de los privados. Aclaró que la licitación para la exploración de nuevas áreas se cumplirá “durante el mes” y así prorrogó el plazo original del 15 de marzo, anunciado por Weretilneck en la Legislatura. Recordó que el EPRE trabaja en la negociación con Edersa y la nueva relación energética.

No asistió a la ceremonia el renunciado secretario Jorge Borrelli y, según se informó, su destino aún no tiene confirmación. Incluso no hubo ninguna mención suya. “Estará en el equipo”, fue la respuesta frente a la consulta si asumiría en la presidencia de Edhipsa, la empresa hidrocarburífera estatal.

Río Negro se encuentra negociando las extensiones de las concesiones petroleras en su territorio, pero también tratando de que los accionistas de Edersa se sienten a conversar sobre cambios en el contrato de concesión, que es de 1995, con contenidos que aún no trascendieron.

Los primeros pasos se dieron de la mano de Borrelli, pero, como se ve, su permanencia y la de su círculo íntimo en el gobierno es una incógnita.

La minería que viene

Por su parte, Weretilneck entremezcló en su discurso al desarrollo “minero de gran escala” con sus ya conocidas políticas petroleras y energéticas, a partir de la discusión de nuevos contratos. Aquel reposicionamiento responde evidentemente a la recuperada relación política con el senador Miguel Pichetto, que participó de la ceremonia. Se sabe que el parlamentario es un fuerte impulsor de esa producción, lo cual colisionó el año pasado con la inicial indiferencia del mandatario.

Ayer, el gobernador habló de un punto de “inflexión” para Río Negro, que originará “un antes y un después”, a partir de las políticas petroleras y energéticas, sumando a la minería, con sus “dos grandes variantes”, aquella de “la laja, la bentonita y de la región Sur”, y “sin dejar de mirar”, y “sin dejar de prestar atención” aquella de “gran escala de oro y de plata”, que sumó al permanente crecimiento en Sierra Grande. Agregó que el gran desarrollo depende de la “estrategia provincial” pero también de la “infraestructura”, pues cualquier proyecto requerirá de mayor potencia en las redes energética y de gas.

Al final, Pichetto, en diálogo con la prensa, resaltó que se “puede hacer minería, con la protección del medio ambiente”, insistiendo que la provincia tiene que aparecer como socio en cualquier proyecto minero”.

Rionegro.com