Sobre este aporte de la minería, el empresario del sector de Logística Portuaria, Daniel Pérez, anheló «que no se diluya o por ahí se diluyen en proyectos faraónicos que no nos alcanzan para nada o que quedan truncos en el tiempo». Advirtió que «nosotros por ahí decimos que son cuatro millones de pesos y la Provincia o la Nación van a poner el resto”, pero después la Provincia no tiene plata ni para pagar los sueldos.

Continúa en la ciudad de la ría el debate por la utilización de un aporte de cuatro millones de pesos que realizará la empresa minera Yamana Gold, propietaria del proyecto Cerro Moro. El empresario del sector de Logística Portuaria, Daniel Pérez, consideró que «para poco es mucho y para mucho es poco», al razonar que «cuatro millones para hacer una obra de infraestructura muy grande por el tema del agua, capaz que es poca plata, y para microemprendimientos productivos tal vez sea poca plata o mucha plata». Opinó en este sentido que «para hacer una obra de de infraestructura del agua a nivel de lo que nosotros necesitamos o lo que vamos a necesitar, cuatro millones de pesos no es nada».
Pérez recordó que «hoy estamos al límite con el tema del agua, y esos cuatro millones de pesos nos pueden solucionar o complementar alguna otra alternativa: una miniplanta de desalinización del agua como tienen los barcos, a un poquito mayor escala que la que tiene un barco». Instó a algunos dirigentes políticos que han planteado inversiones de máxima que « no sean extremistas. No digamos que precisamos una obra de 10 millones de dólares o algo así ni diez millones de pesos, ni tampoco el tema de seguir poniendo sorbetes en el mismo platito que tenemos».

Adaptarlo a la ciudad

Dijo que «como siempre somos los argentinos: nos vamos para un Boca o para un River, no hay término medio», reconociendo que «con cuatro millones de pesos podemos encontrar soluciones, que las hay». «Si vamos a una exposición en Buenos Aires de medio ambiente, de aguas, que siempre hay, encontramos gente que produce cosas para localidades del interior a una escala posible y no a una obra de infraestructura, ya que nosotros no nos vamos a poner a hacer una obra de desalinización como tienen los israelíes, por ejemplo, pero sí por ahí adaptarla a lo que es nuestra ciudad».
Ampliando sus observaciones sobre este aporte de la minería, anheló «que no se diluya o por ahí se diluyen en proyectos faraónicos que no nos alcanzan para nada o que quedan truncos en el tiempo». Advirtió que «nosotros por ahí decimos que son cuatro millones de pesos y la Provincia o la Nación van a poner el resto, pero después la Provincia no tiene plata ni para pagar los sueldos; la Nación esta pensando cómo traer la Fragata Libertad o cómo pagarle a los fondos buitres; entonces quedamos postergados y quedamos a mitad de camino y dentro de unos años vamos a seguir con el problema del agua, pero con más gente, con más problemas».

Problemas del «multipropósito»

Según su criterio «lo ideal sería hacer un mix de las dos cosas, porque lo que tenemos acá en tierra de captación eso va a seguir estando. No precisamos sacar una cosa para poner otra. Habría que hacer un mix de las dos cosas y aliviar hasta que alguien se le ocurra bien el tema de esto, que era el proyecto ‘Valle del Río Deseado’ en su momento».
Con respecto al «multipropósi-to», impulsado desde fines de la década del noventa por Ricardo Patterson y otros dirigentes del radicalismo, estimó que «tampoco es solución porque tenemos en cuenta el calentamiento global. Provocará que eso en el futuro quizás sea un espejismo porque los glaciares se están retirando y las montañas ya no tienen tanto hielo como tenían anteriormente».

Apuntar al mar

A esta altura enfatizó que «lo que sí tenemos, y tenemos que apuntar, es al mar, porque el mar es el noventa por ciento del agua que hay; entonces si avanzamos sobre esa alternativa es mucho más fácil, porque hoy podríamos hacer una plantita que dé veinte mil litros por día, por hora, y mañana haremos otra planta, y cuando tengamos las represas, estas famosas que nos van a dar electricidad para cualquier cosa, podemos tener una planta mucho más grande porque en realidad la desalinización del agua es en base a electricidad». «Si vamos a tener un excedente eléctrico muy grande, acá podemos utilizarlo para desalinizar agua», insistió.
El empresario declaró finalmente: «Creo que en un futuro, como todas las tecnologías van avanzando y los costos se van achicando, van siendo más accesibles las tecnologías. Entonces no digamos que va a ocurrir mañana, pero sí dentro de 7, 8, 9 o 10 años tal vez podamos ampliar la planta por módulos, la podemos ampliar en algo mucho más grande y solucionar el problema definitivamente».

Prensa Libre