Los ciudadanos de buena esencia ponderan la sabia y atinada decisión del gobierno de Catamarca con respecto a la creación de los Centros de Control Minero Ambiental, disponiendo la desaparición de las Delegaciones que a sus fines, en realidad no servían más que para inflar la maraña burocrática del Estado Provincial sin generar ningún beneficio comunitario

De esta manera, en la actualidad, en la región oeste de la provincia, que es eminentemente minera, en mayor o menor escala, están funcionando cinco de estos Centros en los que la gente, antes desorientada y violenta, encuentra asesoramiento, información y capacitación en diferentes disciplinas, en pleno cumplimiento de los objetivos mineros propuestos por la decisión política del gobierno.

De hecho, las dependencias están ocupadas por empleados y becarios especialmente instruidos para brindar información y organizar el tema capacitaciones, como para que nadie que ahí concurra, se retire defraudado o con un atisbo de dudas, sobre todo en lo que tiene que ver con la política minera con el recurrente asunto del conocimiento, dimensión y cuidados del medio ambiente que en realidad preocupa a toda las comunidades de la zona, en realidad, más por influencias de factores externos, que por propio y personal conocimiento de la problemática.

Consideramos que uno de los factores decisivos a la hora de la protesta irracional y fundamentalistas, ha sido justamente la escasa información brindada a la población preocupada en su ignorancia y sin posibilidades de que el estado ausente de aquellos tiempos vacíos, se la brinde, para conocer, entender, razonar y posteriormente vivenciar las ventajas de la minería en regiones hostiles como la que habitamos, y de que se entienda de una vez y para siempre que ese síndrome ideológico foráneo fue gestado por oscuros personajes que solamente procuran hacer su propio negocio…a costas del estado permisivo y ausente, con funcionarios cómplices y/o socios en la región minera.

Con la creación y puesta en marcha de estos Centros, la sociedad en su conjunto ya conoce casi con exactitud, la dimensión de la actividad minera como madre de industrias, sobre todo en estas tierras en donde, mucho antes de la llegada de los conquistadores hispanos y de otras nacionalidades, la minería ya era el eje de las economías regionales, sin que se hayan reportado en los anales de la historia, hechos de muertes masivas por contaminación ambiental, ni que se haya planteado a la agricultura y ganadería como antípodas de la extracción del mineral abundante en estos cerros nuestros, y de todas las generaciones, ya que esos anales, sí, dan cuenta de la perfecta articulación de ambas actividades y de la armonía de los pueblos antiguos, con la naturaleza y sus congéneres.

Si en estos tiempos que corren, la violencia y la agresividad, siguen solapadas y con cautivos cultores de la sinrazón, si en las escuelas continúa la difusión ideológica de los agentes del estado, en la formación (o malformación) de las nuevas generaciones, de manera impune y displicente, si alguien no conoce la verdad de los hechos o se empecina en desconocerlos, si los protagonistas de la destrucción de los pueblos aún están e influyen en las mentes débiles, es harina de otro costal porque para asesorar y dar información y orientación, en los pueblos de la región minera de Catamarca, existen los Centros de Control Minero Ambiental, a disposición de todos, aún para los enfermos de mentira y desolación.

Catamarca Actual