La Presidenta fijó posición en temas donde se presenta un fuerte debate, como el desarrollo de la minería y la regulación del comercio exterior, anticipó acciones del Gobierno contra regímenes especiales de jubilación y advirtió a las petroleras por Aerolíneas.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner repasó un variado menú de temas económicos. El recorrido abarcó la situación de Aerolíneas Argentinas, YPF, la política de administración del comercio exterior, la actividad minera, las jubilaciones y la ampliación de la hidrovía. También confrontó con algunos analistas que insisten en que el crecimiento económico de los últimos años se debió a factores externos. “Esto no fue viento de cola”, replicó la Presidenta, quien resaltó la mejora en los indicadores sociales y macroeconómicos, producto de la implementación de un “modelo de desarrollo que ha hecho del mercado interno, del consumo popular y de la distribución del ingreso sus banderas principales”.

Minería

En medio de la polémica por los costos y beneficios de la actividad minera, la jefa de Estado expresó una visión favorable, aunque remarcó que hay que exigirles a las empresas “cuidado ambiental” y que “reinviertan utilidades en las propias comunidades” donde se desarrolla la explotación. La Presidenta recordó los proyectos de Néstor Kirchner –entonces gobernador de Santa Cruz– y ella misma para reconvertir a Río Turbio en una ciudad turística y productora de ajos. Pero admitió que la lucha de los trabajadores mineros del carbón logró que desistieran “del ajo y del turismo”. “Hay pueblos que tienen mucho orgullo de ser mineros y no deben ser estigmatizados, lo cual no quiere decir que no debamos tener cuidado ambiental”, aclaró, tras lo cual invitó “a todos a que digan si hubo un gobierno que hizo más en materia ambiental”. “Es muy loable defender la flora y la fauna, pero primero hay que defender a los seres humanos, que tengan cloacas, que tengan agua, que tengan viviendas dignas”, enfatizó.

Respondió también a los reclamos de los ambientalistas que solicitan que se detengan las obras en la mina de Río Turbio porque podrían acelerar el proceso de derretimiento de los glaciares. “Esta Presidenta no sólo quiere defender el medio ambiente porque sea elegante o snob, lo quiere hacer porque si se derriten los glaciares, se inunda mi casa”, afirmó. Y luego arremetió contra “la doble moral” o “doble vara” con que se juzga a la Argentina y a otros países a los cuales algunos medios ponen como ejemplo y que son “completamente mineros, como Australia, Canadá, Estados Unidos o Chile”.

Importaciones

En este tramo del discurso, CFK se valió de un informe elaborado por los países del G-20, el cual muestra la evolución de las compras externas. “De los países que integramos el G-20, el que más hizo crecer sus importaciones entre 2010 y 2011 fue la India, que superó el 60 por ciento de aumento; pero el segundo fue la Argentina, con más del 30 de crecimiento”, subrayó. “El resto, nuestro socio Brasil, un 25 por ciento, y la mayoría de los países proteccionistas, que son adalides del libre mercado de sus fronteras para afuera, pero adentro son muy proteccionistas, ninguno superó el 17 y 18 por ciento”, se explayó. La jefa de Estado buscó así “desmitificar” algunas críticas y responder a aquellos para los que “defender la industria nacional, establecer una administración del comercio exterior, es poco menos que un sacrilegio”. “Aquí están los números, somos uno de los países que más hemos importado frente a los que nos dicen que ponemos barreras proteccionistas”, concluyó.

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