Es el acumulado en los fondos fiduciarios, provenientes de las empresas mineras metalíferas en producción que benefician a Jáchal, Iglesia y Calingasta. En qué se gasta este dinero “extra regalías”, cuando la actividad está bajo la lupa.

Por estos días en los que el desarrollo de la actividad minera en San Juan está inmerso en la incertidumbre por la continuidad o no del megaproyecto Pascua Lama, está abierto el llamado a licitación para hacer una obra clave para los jachalleros, con fondos provenientes de ese emprendimiento y de Gualcamayo. Se trata de la primera etapa de la red de agua potable y del sistema cloacal para el departamento norteño, cotizado en 48,5 millones de pesos. Como estos trabajos hay, al menos, 15 más terminados, en ejecución o proyectados, que se financian con plata de los fondos fiduciarios a los que aportan las mineras que explotan los proyectos Gualcamayo, Pascua Lama, Veladero y Casposo, por un total de 91,6 millones de pesos.
Los fondos fiduciarios son un invento sanjuanino, una figura legal que conlleva el aporte dinerario voluntario de las empresas mientras dure el proyecto. Estos recursos se suman al pago de los impuestos vigentes y de regalías y solamente pueden usarse para obras que tengan que ver directamente con el departamento donde se desarrollan los emprendimientos. Por ejemplo, para infraestructuras educativa, sanitaria , social, de saneamiento urbano (agua potable, cloacas, desagües, plantas de residuos), de mejoramiento ferroviario, para el desarrollo turístico, control de inundaciones, mejoramiento vial, generación y transporte eléctrico, entre otras.
Las contribuciones empresariales están delimitadas por sus correspondientes leyes. Para el proyecto Gualcamayo en Jáchal, la empresa Minas Argentinas SA (MASA) aportó el 1% del valor de facturación bruta total por la venta de los metales producidos durante los dos primeros años de actividad comercial, y a partir del tercer año y hasta el cierre de la mina aporta el 1,5%; este contrato es por 10 años. Este esquema se repite con la empresa Troy Resources que explota el proyecto Casposo en Calingasta. Por otro lado, en el caso de Pascua Lama, ubicado en Iglesia, se configuraron dos fondos con la empresa Barrick Exploraciones Argentinas SA: uno llamado Pascua Lama y otro para la Biósfera San Guillermo, que son a 20 años y no se especifican montos, sino que se habla de los créditos que la firma tiene con el Gobierno local de acuerdo a las obligaciones asumidas en la declaración de impacto ambiental. En el caso de Rajo Argenta, en el marco del proyecto Veladero, el fondo es aportado por la empresa Minera Argentina Gold SA (MAGSA) por 3 años (prorrogables), y se fija la contribución de 5,6 millones de dólares. Todos los fondos son manejados por un comité de administración creado ad hoc, con representación del Poder Ejecutivo, el Ministerio de Minería y la empresa (en el caso de Gualcamayo y Casposo, también participa la Cámara Minera de San Juan). Este comité decide qué obras se hacen y cuánto se invierte, de acuerdo a las normas de base.

Las inversiones

Según los datos del Ministerio de Minería local actualizados a este mes, de los 91,6 millones de pesos acumulados desde que se empezó con este sistema, inaugurado en diciembre de 2008 cuando se sancionó la ley que refiere a este régimen con Gualcamayo, se invirtieron ya 65,9 millones de pesos.
Respecto de Gualcamayo, se hicieron obras estratégicas. La primera en concretarse fue el microhospital de Huaco, que costó 4 millones de pesos, inaugurado en junio de 2012, para que utilice no sólo la gente de la zona sino también los que transiten las rutas 40 y 150 (Corredor Bioceánico). También, con una inversión de 7,2 millones de pesos de este fondo (y 4,8 millones del fondo de Pascua Lama), se hizo la planta de residuos para Jáchal, con capacidad de tratamiento de 7 toneladas de basura diarias. Con 1,2 millones de pesos se concretó la red de agua potable para Huaco, con una extensión de 7.405 metros. Con 8 millones de pesos de este fondo (y 4 millones del fondo de Pascua Lama) se está terminando el Polideportivo de Jáchal, que se llamará “Papa Francisco”, con capacidad para 1.220 personas, medidas olímpicas y un impresionante piso parquet como el que se usa en las canchas de la NBA.
Con el fondo de Pascua Lama, además de la planta de residuos y el polideportivo jachalleros, se invirtieron 19,6 millones de pesos en la pavimentación de la Ruta 430 entre Rodeo y Angualasto, y 9,8 millones de pesos en la planta de residuos para Iglesia, actualmente en construcción. Además, se destinó dinero de esta fuente para las redes distribuidoras de agua potable de Villa Iglesia, Las Flores y Ruta Provincial 10-El Llano. Además, ahora está en proceso de licitación la red cloacal y el agua potable para la villa cabecera de Jáchal, con plata de Gualcamayo y Pascua Lama. Y, en proyecto, está el acueducto de las zonas iglesianas de termas Centenario y Rosales.
Por su parte, con fondos del proyecto Casposo, en Calingasta, está en proceso la Ruta Provincial 412; están proyectadas la renovación de la distribución de agua potable de avenida Roca, calle Las Heras y callejón Cruvellier, y la ampliación de la red de distribución de agua en la zona de callejón Donoso y Ferrer.
Con respecto al dinero de la Biósfera San Guillermo, con 5,3 millones de pesos de este fondo especial, se está haciendo el Plan Maestro de Mejora que consiste en definir cómo manejar la Reserva, teniendo en cuenta su conservación y desarrollo, generando un documento que posibilite conservar la diversidad biológica, fomentar el desarrollo económico y social y conservar los valores culturales de la zona.
Por último, en cuanto a los fondos que aporta MAGSA del fideicomiso Filo Argenta en el marco de Veladero, por 12,2 millones de pesos, se está definiendo qué plan de obras ejecutar, según la información del Ministerio de Minería local.

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