La empresa canadiense Orocobre, que prevé extraer litio del jujeño Salar de Olaroz, puso en duda la utilización de su producción para impulsar el mercado de los vehículos híbridos porque el mercado de los teléfonos celulares y computadoras es “muy robusto”. La definición, que dio a conocer su CEO, James Calaway, colisiona con las intensiones de sus accionistas minoritarios, la automotriz japonesa Toyota y la estatal Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse).

“Yo no creo que nuestro negocio tenga ninguna dependencia en el sector del automóvil en absoluto”, dijo Calaway, de 55 años, en una entrevista con Houston Bloomberg. Agregó: “Cuando empezamos a invertir aquí, pensamos que necesitábamos ese sector pero ahora no lo pensamos más porque el mercado electrónico es muy robusto”.

Además, el CEO de la compañía sostuvo que la extracción de litio, que comenzará en el segundo semestre del próximo año, tendrá un costo de unos 2.000 dólares la tonelada. Eso significa que será de unos 1.500 dólares más barato que en otras minas. Eso lo vuelve una “fuente más confiable” ante cualquier sobreoferta, que le causará a otros proyectos una pérdida de dinero o un cierre, sostuvo.

Orocobre integra una alianza para la extracción junto a Toyota, que participa con el 25%, y la estatal Jemse, que tiene menos del 10 por ciento. Ambas son minoritarias y esperaban avanzar en la producción de baterías para vehículos.

Según había detallado Calaway, durante ese encuentro la compañía con autoridades argentinas en Canadá, la empresa desembolsará $1.200 millones en la primera etapa del proyecto de industrialización de carbonato de litio y destacó que “en la Argentina se puede invertir, porque el país aspira a su industrialización”.

La industrialización del litio es un sector de alta concentración, ya que sólo tres empresas dieron cuenta en 2010 del 57% del mercado mundial de litio, detalló un informe del Ministerio de Economía.

Baeargentina