Si la traza se completa beneficiará a varios sectores en la zona de Tolar Grande.

En la Puna salteña hay un camino a medio hacer que se corta en el cerro Macón, abandonado y con una pendiente suave. Los pueblerinos no tienen registro exacto de su historia: algunos dicen que fue construido en los años ’40 y otros recuerdan que fue en los ’70; si lo hicieron los obreros de mina La Casualidad o de Vialidad de la Nación, cuando se tendía el ramal C-14, tampoco se sabe con certeza.

Aunque pocos conocen su ubicación, ya se hicieron estudios de factibilidad para convertirlo en un camino minero con capacidad para atender la demanda actual y futura del sector en esa zona de la provincia. Lo presentan como una variante de la provincial 27 para descongestionar el tránsito, para evitar los problemas que provocan el agua y la nieve y para completar una malla vial que rodearía las cumbres del Macón abriendo para los poblados de la zona otra vía de comunicación con Salta.

Representantes de empresas mineras y funcionarios viales de Salta y de la Nación saldrán en marzo a recorrer las rutas 51, 17, 27 y 129 (las más complicadas por los cortes que sufren durante el verano por la lluvia y en el invierno por la nieve) y a conocer ese tramo que nace en el kilómetro 120 de la 27, frente a Tolar Grande. La idea es sumar una traza hasta Salar de Pocitos, una alternativa para esquivar tramos complicados como Los Colorados y las Siete Curvas, uno de los más sinuosos y encajonados.

“Se ahorrarían 40 kilómetros y sería un camino seguro, con visibilidad permanente, Tolar Grande dejaría de quedar aislado y podría sumarse a un circuito turístico”, comentó Diego Pestaña de AGV Servicios Mineros sobre el proyecto.

Unos 27 kilómetros están hechos. La idea es aprovechar la inversión realizada, bajar hasta Salar de Pocitos y conectarse finalmente con la ruta nacional 51 para cerrar un esquema vial. Así se completarían 70 kilómetros.

El proyecto fue presentado a las autoridades de Vialidad de ambas jurisdicciones y también será puesto a consideración de las compañías mineras para que todos estudien la factibilidad de concretarlo. “Podemos hablar de hacer una huella o una ruta, lo interesante sería aprovechar las inversiones realizadas y que a la fecha se encuentran literalmente abandonadas por la falta de vinculación con la red vial salteña. Es un camino de muy buen diseño con conexión frente a Tolar Grande, pero sin unión final con la red vial”, explicó Pestaña.

Semanas atrás, en la Secretaría de Minería se reunieron directivos de empresas del sector y funcionarios de Vialidad para buscar soluciones a los problemas que especialmente tienen todos los veranos para transitar con sus camiones hacia y desde la Puna. Son los mismos problemas que tienen los pobladores y los turistas para circular en sus autos.

Rutas alternativas

Facundo Huidobro, directivo de Mansfield y expresidente de la Cámara de Minería de Salta, mencionó la necesidad de contar con alternativas viales en la Puna por las necesidades que ya se plantean y que se prevén para el futuro, en caso se cumpla el pronosticado aumento de la producción sectorial. “Ese camino es uno alternativo que solucionaría el paso por las Siete Curvas”, comentó a El Tribuno.
La traza propuesta que recorrería el cerro Macón, por el este, hasta Salar de Pocitos, sería de gran utilidad para los proyectos Lindero, Río Grande y Taca Taca, entre otros que se desarrollan en esa zona salteña. Huidobro indicó que la vía propuesta brindaría seguridad, tendría menos curvas, dato importante para el tránsito pesado, y la zona estaría más consolidada.
El dirigente indicó que la traza que quedó a medio hacer es una construcción de buena calidad y que cuenta con obras de arte. “El camino nos evitaría pasar por las Siete Curvas, son 27 los kilómetros ya hechos. Sería importante que se consideren alternativas económicas para concretarlo”.

El Tribuno – Salta