Visión prospectiva al desarrollo minero en los próximos quince años

Este es el objetivo principal del Ministerio de Educación con las universidades que dictan la temática y las distintas cámaras empresarias. Insisten en el crecimiento de la actividad, por lo que es fundamental definir los perfiles del profesional. Concluyen en la necesidad de incrementar la cantidad de ingenieros en minas.

La actividad minera en Santa Cruz es de las más jóvenes y por lo tanto está en etapa de desarrollo y expansión. Es resistida por muchos ambientalistas y en la actualidad está en la mira del Gobierno Provincial que busca obtener una renta más positiva hacia las arcas provinciales, cuestión que no es acompañada por algunos legisladores. Lo que es innegable, es que la actividad minera está creciendo y hoy se muestra como el principal sustento y motor económico de algunas localidades santacruceñas, principalmente del centro y el oeste provincial.

A su vez, en Argentina la minería sigue incrementando sus investigaciones en el marco del desarrollo sustentable, siempre tendiente al cuidado del medio ambiente y los recursos naturales que son propiedad de las provincias. Este crecimiento va de la mano con los estudios universitarios, pilar fundamental para su prolongación en el tiempo.

En este contexto, el funcionario de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, Daniel Morano afirmó al periódico El Esquiú que “es fundamental definir los perfiles del profesional, el ingeniero en minas, el geólogo, técnicos superiores y otras profesiones asociadas”, indicando que “el proceso que va a llevar adelante el Ministerio de Educación con las universidades que dictan la temática, el Ministerio de Planificación a través de su Secretaría de Minería, y las cámaras empresariales, será con una visión prospectiva al desarrollo de la industria en los próximos quince años”. Morano admitió que “si bien no tenemos números analizados a nivel nacional, y menos una visión prospectiva de crecimiento, sabemos que la actual oferta está superada ampliamente por la demanda de ingenieros y de técnicos también”, por lo que resulta prioritario propiciar mayores ingresantes y más retención.

Más ingenieros

El funcionario nacional detalló que “en el caso puntual de la minería, en ingeniería hay cinco en el país, en las regiones estratégicas de desarrollo minero” y que “el problema no es la cantidad de carreras, salvo que en Minas faltan ingresantes, pero en general en ingeniería no hace falta más ingresantes sino mayor y mejor graduación”. En la actualidad se gradúa aproximadamente 20% de los alumnos que ingresan, a lo que Morano agrega que “si se lograra que se gradúe el 30 o 31% tendríamos 10.000 ingenieros por año en el país”.

El funcionario anunció que para enfrentar la problemática se lanzará “una línea para los alumnos que adeudan el trabajo final o la tesis de grado, algo que muchas universidades ya han hecho, y es que esta tesis sea un proyecto para la empresa donde trabaja, y que beneficie al alumno, su carrera, a la empresa que tiene un proyecto de mejora de producción, ambiental o lo que fuere”.

En otro orden, basta recordar que hace pocos días se presentó el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016, lanzado en noviembre pasado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el objetivo de mejorar los indicadores de rendimiento de los alumnos de esas carreras e incrementar el número de graduados.

En ese sentido, el titular de la cartera educativa nacional, Alberto Sileoni, señaló: “Hemos pasado de 5 mil a 6 mil nuevos ingenieros por año, y nos hemos propuesto alcanzar 10 mil por año: uno cada 4 mil habitantes”. Y añadió: “No parece un objetivo desmedido ni irresponsable, porque estamos avanzando en generar vocaciones tempranas; en que los alumnos pierdan el temor de abordar las ciencias duras, ya desde la escuela primaria”.

“Tenemos que trabajar también en el incremento de la retención -sostuvo el Ministro-: somos, orgullosamente, una sociedad con un sistema universitario muy potente, gratuito y abierto. Tenemos universidades de masas, y es sabido que cuando se construye un sistema con ingreso irrestricto, hay dificultades en la retención”.

Trabajo conjunto

Sileoni consideró que “en ese paradigma, indudablemente se puede mejorar; pero hemos asistido a las discusiones tremendas que atravesaron países hermanos por haber abrazado otro camino. Siempre se puede mejorar, pero estamos satisfechos al ver que se ha incrementado en un 22% la matrícula de alumnos universitarios entre los censos 2001 y 2010: esas son posibilidades para nuestros hijos”.

Asimismo, destacó que es necesario acompañar a los estudiantes avanzados de Ingeniería para que culminen su formación y se gradúen: “Tenemos un alto número de alumnos que reciben del mundo del trabajo ofertas imposibles de rechazar; pero el mercado no necesita estudiantes avanzados, necesita ingenieros”.

“Felizmente nos hemos dado cuenta, con un gran baño de humildad, que cada sector no puede por sí solo; por eso el Estado, las universidades, los consejos de rectores y decanos, las asociaciones industriales y las agrupaciones de profesionales nos juntamos en este Consejo para trabajar más allá de las formalidades”, concluyó Sileoni.

En tanto, el secretario de Políticas Universitarias, Martín Gill, recordó que “desde 1976 hasta 2001 se vivió un proceso de destrucción del aparato productivo industrial. A partir del 2003, el país cambió: se puso en marcha un proyecto nacional cuyos grandes objetivos son el desarrollo de una matriz productiva basada en el agregado de valor en el territorio de las materias primas, el desarrollo de tecnologías propias y la inclusión social a través de una educación pertinente y de calidad”.

Fuente: La Opinión Austral