Quinta en el ranking argentino de exportaciones y apuntala la balanza comercial. Las ventas de oro y cobre superan a las de carne bovina. El 80% de los yacimientos se explota a cielo abierto. La producción metalífera exige inversiones de u$s 6.000 millones. La puja desatada por la renta minera.

Por Gustavo García – La Prensa digital, 27/2.

Detrás de la polvareda que levantó el debate por la megaminería, subyace el apoyo del Gobierno a una actividad que gana posiciones en el ranking de ventas al exterior y apuntala la balanza comercial. En medio del fuego cruzado entre ambientalistas, empresarios y autoridades, surgen nítidos los números que arroja la producción.

Damián Altgelt, gerente general de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), cuenta la realidad de un sector que combina demanda internacional, altos precios y un nivel de inversión que margina del gran negocio a las compañías nacionales.

-El sector minero ocupa ya el quinto lugar en el ránking de exportaciones. ¿Les falta reconocimiento?

-No sé si le falta reconocimiento. La minería, al menos en los niveles de producción y exportación que conocemos hoy en día, es relativamente nueva en la Argentina. Entonces es lógico que todavía no haya consciencia de su importancia. Pensamos que todo esto que ha venido ocurriendo últimamente ha contribuido a que podamos salir a explicar no sólo los temas económicos del sector, sino también los ambientales.

-¿La actividad creció de la mano de los precios internacionales?

-Hay distintos factores. Uno tiene que ver con los precios internacionales, que han venido subiendo en los últimos años. Pero también ha crecido mucho la demanda, la cantidad. Hay países como China, Brasil e India que han venido demandando minerales de manera sostenida. Y esto ha ayudado mucho a que el sector en la Argentina crezca. También hay factores internos, como el potencial enorme que tiene Argentina a nivel minero, que en una buena parte está todavía sin explorar. Y después la política de apoyo al sector, tanto a nivel nacional como provincial.

-¿Qué tipo de producto se exporta mayormente?

-Diría que los dos minerales que mueven bastante la ecuación son el oro y el cobre, que son muy importantes dentro de la producción argentina.

-¿El resto de los minerales tiene como destino el mercado interno?

-Lo que se produce de plata también se exporta. Lo que es básicamente de uso interno son los minerales no metalíferos, como cales y cementos. Todo aquello vinculado a la construcción. Sin dudas que el auge de ese sector también impulsó a esta variante de la minería.

-¿Qué se impone más, la explotación a cielo abierto o la de serranía?

-Gran parte de la minería a escala internacional es a cielo abierto. Si tuviera que dar un número diría que el 80% de la minería hoy es a cielo abierto.

-¿Por qué motivo?

-Hay diversas razones, pero claramente la tecnología ha ayudado mucho a esto. La minería a cielo abierto, contra lo que se dice, es bastante más segura que la minería subterránea. La tecnología avanzó mucho como para permitir este tipo de producción.

LAS REGALIAS

-¿Cuántos puestos de trabajo genera la minería en el país?

-El sector produce 517.000 puestos de trabajo, de manera directa e indirecta. Ese es un número de la Secretaría de Minería de la Nación.

-¿Qué aporte hace el sector minero a los ingresos nacionales?

-Se pagaron impuestos en 2010 por 5.700 millones de pesos. Eso se reparte en 4.500 para el Estado nacional y 1.200 millones para las provincias. Después de esos $ 4.500 millones hay una parte que se coparticipa.

-El Gobierno tiene en carpeta discutir la renta minera -las regalías provinciales son del 3%-. ¿Es un tema que ya está sobre la mesa?

-Está sobre la mesa porque al respecto hay varios proyectos legislativos. Nosotros lo que decimos es que la presión fiscal del sector muestra que hoy el 52% de la renta minera queda como pago de impuestos nacionales y provinciales. No es una renta menor si la comparamos con otras industrias locales y si lo comparamos con la minería de otros países. El asunto es que Argentina compite con otros países para capturar la inversión internacional, entonces el hecho de tener una presión fiscal importante no ayuda del todo. Sabemos que hay proyectos legislativos para aumentar este aporte.

-¿Se sienten respaldados por la conformación de la Organización Federal Minera, que nuclea a las provincias productoras?

-Para nosotros es muy importante la creación de este organismo. Esperemos que en la práctica se traduzca en acciones concretas de desarrollo del sector. Sentimos el apoyo provincial, pese a que hay alguna que no lo hace. En general las provincias cordilleranas nos respaldan.

-Existe un Plan Minero Nacional. ¿Cómo se coordinan los intereses de las empresas privadas con las metas estatales?

-Encajan a partir de la gran inversión que se ha hecho, por ejemplo en proyectos de exploración. Hoy hay 600 proyectos y ya a la etapa de producción han pasado entre 15 y 20, algunos de magnitud internacional. Esa es la forma de aportar que tiene el sector empresario al Plan.

-¿El Gobierno les fija pautas de producción?

-El Estado tiene estimaciones de crecimiento a futuro. Según los tiempos se van dando de mejor o peor manera. Pero tiene establecido de que forma debiera o estima que va a crecer el sector.

IMPORTACIONES

-¿El sector trabaja con proveedores locales?

-Se trabaja con proveedores locales, pero también recurrimos a proveedores internacionales ya que hay muchos insumos que se fabrican a nivel mundial y no en el país, en especial las grandes maquinarias. Sin embargo, algunas empresas han tenido una política de desarrollo de proveedores locales con mucho éxito, a tal punto que también están trabajando en otros países. Por supuesto que esta política del Gobierno de sustituir importaciones y aportar al desarrollo de la industria nacional permitirá que con el tiempo haya una red de proveedores importante a nivel local.

-Pero ese desarrollo puede llevar mucho tiempo. ¿Han sufrido inconvenientes para importar insumos?

-Demanda tiempo, pero hay algunas cosas que se pueden hacer más rápido, que son los productos más básicos. Otros exigen un cierto nivel de desarrollo porque son productos muy técnicos. Se han ido solucionando los inconvenientes con el correr del tiempo, pero por supuesto que estamos atentos a los últimos movimientos. Es un tema de agenda permanente en el sector. La verdad es que se resolvieron algunos cuellos de botella.

-¿La presión del Gobierno para que las empresas reinviertan en el país, también toca a la minería?

-Lo que tiene el sector minero es que es diferente a lo que ocurre en otros casos. Es netamente exportador, no es tan importador. Entonces el balance del comercio exterior es muy favorable a la exportación. Si hay problemas en la balanza comercial no es precisamente por el sector minero, que exporta mucho más de lo que importa.

-¿Los grandes yacimientos son explotados por compañías multinacionales?

-En general, y siempre hablando de la minería metalífera, los yacimientos son explotados por grupos internacionales. Hay una razón muy simple: los montos de inversión que se requieren son altísimos. Como ejemplo están el proyecto de potasio de Vale, en Mendoza; el proyecto de Pascualama en San Juan; estamos hablando de inversiones de 3.000 millones de dólares para arriba. El de potasio en Río Colorado es de 6.000 millones de dólares. No hay forma de que lo lleven adelante empresarios nacionales. Sin perjuicio de eso, hay un par de grupos que tienen proyectos en exploración y que próximamente van a entrar en producción. Son emprendimientos más chicos, llevados adelante por empresas nacionales.

-¿Encuentran financiamiento en el mercado local para desarrollar sus proyectos?

-Diría que es bastante complicado. En general el financiamiento para el sector proviene del exterior.

-¿Hay personal profesional capacitado?

-El profesional argentino tiene bastante capacitación, no sólo para la minería sino para la industria en general. Pero el crecimiento del sector hace que se llegue a un punto donde es un problema encontrar personal capacitado. Ahí tenemos que trabajar fuerte con el sector público y las universidades para que desde allí se apuntale esta necesidad.

Temas: Mineria