El vicepresidente Amado Boudou se mostró ayer en la Fiesta nacional del Sol en la provincia de San Juan y en una carrera automovilística en la localidad bonaerense de Mar de Ajó. En sus dos apariciones criticó a la petrolera YPF; defendió la mega minería frente a las críticas de los ambientalistas y la decisión del Gobierno de solventar las transmisiones televisivas de las carreras de Turismo Carretera; celebró las resoluciones de legisladores oficialistas y opositores que reforzaron el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas. Sin embargo, el funcionario no mencionó las investigaciones sobre la relación de personas de su entorno con la ex imprenta Ciccone, que está negociando un contrato para imprimir billetes de cien pesos, tal como informó Clarín .

El fiscal Carlos Rívolo tiene en sus manos un expediente en el que se investiga si el vicepresidente está involucrado en las negociaciones del Banco Central para contratar a la ex imprenta Ciccone para la impresión de billetes de cien pesos, lo cual generaría un negocio de 50 millones de dólares para la empresa que hoy conduce el financista Alejandro Vandenbroele, amigo de Boudou desde la infancia.

En sus declaraciones, el vicepresidente criticó a YPF y se quejó por “el comportamiento de algunas empresas”. Recordó que “en enero el ministro (Julio) De Vido elevó una denuncia respecto de la discriminación de precios, de parte de YPF-Repsol, que tiene el 65 por ciento del mercado y con ese liderazgo, tiene también una responsabilidad que llevar adelante”.

La relación del Gobierno y los accionistas argentinos de YPF, con quienes mantenían una excelente relación, se deterioró en los últimos meses.

Clarín – Buenos Aires, 27/2.

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