La onza, a u$s 1.690. Se apreció en Londres y promete seguir firme

Si bien ayer no hubo operaciones en Wall Street, el mercado de Londres sirvió para demostrar que el oro vuelve estar bajo la lupa de los inversores.

El metal precioso se apreció tímidamente en la plaza londinense un 0,2%, pero se acercó aún más a niveles de principio de marzo al quedar en u$s1.687 la onza.

En lo que respecta al mercado estadounidense, el oro había alcanzado el viernes los u$s1.691, a punto de quebrar la barrera de los u$s1.700 y el máximo del 12 de marzo pasado de u$s1.702 la onza.Por otro lado, cabe señalar que el mes pasado el alza del metal dorado fue de casi 5 por ciento.

Las razones del ascenso son claras: la crisis sigue vigente y el oro funciona como un activo de refugio. Asimismo se dieron factores que exacerbaron el alza.

En primer lugar, la posibilidad de que tanto en Europa como en los Estados Unidos se implementen próximamente planes para reactivar la economía alientan a la vez las probabilidades de inflación. Precisamente es este tipo de problemática la que ahuyenta a los inversores y los lleva a elegir al refugio por excelencia.

En el último encuentro económico de Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, dejó las puertas abiertas para que el organismo lance una nueva ronda de compra de bonos QE3, aunque no dio detalles sobre cuándo se aplicaría.

En tanto, la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) que comienza mañana y termina el jueves, podría definir si finalmente comprarán deuda de países en problemas de la zona euro.Ambos escenarios son favorables para un resurgir del commodity.

Es que la fiebre del oro se había apagado, después de que un año atrás la onza llegara al máximo de u$s1.883 dólares, un alza de 37% en los casi nueve primeros meses de 2011.

Poco a poco el precio se fue estabilizando hasta que en marzo hasta mediados de mayo marcó una clara tendencia bajista. No obstante, es desde ese mínimo de u$s1.539 que el metal dorado se viene revalorizando.

“El oro tiene la particularidad de que es contracíclico, de manera que sirve para escapar de las bajas del mercado”, explicó el portfolio manager de Puente, Agustín Trella.

Además, recordó que los bonos del Tesoro “cada vez pagan menos”, lo que los hace menos atractivos. “Las tasas de los bonos a 10 años están en 1,55%, niveles muy bajos que alientan también la elección del oro”, detalló.

Por otro lado, la agencia Bloomberg lo ve en u$s1.755 para fin de año y alcanzando los u$s1.800 la onza en el primer trimestre de 2013.

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