La minería en Jujuy conoce de innumerables proyectos que quedaron en la nada por falta de recursos o por falta de políticas orientadas al fomento y apoyo de los gobiernos nacional y provincial. Estas situaciones no datan de 20 ó 30 años atrás, son diversas las trabas que se pusieron ya desde el siglo XIX, como bien lo relata Juan Horacio Pasini Bonfanti en su libro “Jujuy, Minería y un pionero”.

En la actualidad es claro que tanto Nación como Provincia materializan a través de distintas leyes el fomento de la actividad. Este no es un dato menor, ya que las inversiones mineras necesitan no sólo de un enorme aporte de capital (cifras millonarias en dólares), sino de voluntad política de gobernantes para llevar a buen puerto una actividad, que, junto con otras ayuden a Jujuy a despegar de su situación histórica de “provincia pobre” y de escasos recursos.

En consonancia con estas políticas, se han comenzado a implementar desde los sectores públicos y privados, una larga serie de actividades destinadas a fomentar el desarrollo de proveedores locales. Esta actividad en particular debe contar con el visto bueno de toda la sociedad, ya que se trata nada más y nada menos que de la posibilidad que se desarrollen (aún más) pequeñas y medianas empresas locales, que contratan casi exclusivamente mano de obra jujeña, a la par de tributar también aquí. Esto significa que las cifras de empleo del sector privado aumentan en lugar de disminuir, al igual que los tributos que perciben la provincia y los municipios.

En relación al punto antes mencionado, es también destacable que la mano de obra que se emplea directa e indirectamente no sólo es mayoritariamente jujeña, sino que se trata, y esto es de importancia trascendental, de la posibilidad concreta de que los habitantes de la Puna, cuenten con expectativas concretas de inserción en el mundo laboral formal, esto es: con salarios en blanco, obra social, vacaciones, etc. En resumen significa la posibilidad cierta de que muchas personas eleven rápidamente su nivel de vida y brinden a cada una de sus familias una vida mejor.

Otro aspecto a destacar, es que en esta provincia existen la carrera de Ingeniería en Minas y la Escuela de Minas (UNJu), lo cual favorece la formación y especialización de cuadros técnicos y profesionales que pueden avizorar un futuro mejor que el que se ofrecía hace unos pocos años atrás cuando la actividad minera en Jujuy sólo se resumía a dos o tres empresas.

En suma, Jujuy cuenta hoy con todos los elementos indispensables para comenzar a cambiar una larga historia de abandono de una actividad, que con todas las medidas necesarias de seguridad y cuidado del medio ambiente (que son de vital importancia y deben necesariamente realizarse), la pueden llevar en muy poco tiempo a ocupar los primeros puestos del desarrollo minero en el país.

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