La fuerte expansión de algunas economías regionales y el aumento en el precio de los commodities vienen modificando el ranking de las provincias exportadoras en los últimos años. Los cambios más importantes tienen como protagonistas a San Juan, Santa Cruz, Jujuy y Catamarca, por su desarrollo minero. Santiago del Estero también, pero en su caso por la soja.

“El fuerte crecimiento de la minería de los últimos años obedece a una política expresa. La ley minera facilita la explotación y posterior exportación, cuyas operaciones no están gravadas con retenciones. El impacto en el producto bruto geográfico de esas provincias no es fácil de mensurar, pero sí mueve la actividad de los servicios vinculados a la producción”, dice Enrique Dentice, economista del Centro de Investigación y Medición Económica (CIME), de la UNSaM.

Más allá de la minería, también ganan posiciones en este tiempo Entre Ríos, que escala por los complejos agroindustriales, oleaginoso y avícola y el trigo y el maíz; Santiago del Estero, que lo hace por la soja y el algodón; Formosa, por los complejos forestal y arrocero, y Misiones, por la pasta celulósica, tableros y los muebles. Por el otro lado, ceden posiciones distritos como Neuquén y Rio Negro, por las menores ventas de petróleo y combustibles, que no logran ser compensadas por los embarques de frutas y jugos concentrados.

En este marco, sobresale la tendencia a la especialización de algunas provincias y la pérdida de peso relativo de las ventas de combustibles y el crecimiento de algunos rubros mineros.

“Es interesante observar la composición de las ventas externas de las tres grandes provincias exportadoras: en Buenos Aires, las manufacturas de origen industrial (MOI) tienen el 55% y las manufacturas de origen agropecuario (MOA), el 20%; en Santa Fe, las MOA representan el 67% y las MOI, el 20%; mientras que en Córdoba las MOA son el 45% y las MOI, el 26%. El resto corresponde a productos primarios y combustibles”, dice Marcos Cohen Arazi, investigador de IERAL Fundación Mediterránea.

Así, se va consolidando un grupo de provincias mineras, donde además de San Juan, Santa Cruz y Catamarca, Chubut crece con el aluminio, y comienza a pisar fuerte Jujuy por las ventas de plomo y plata y las perspectivas que se abren para el litio. El peso de la minería Según datos de la Dirección de Programación Económica Regional, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, las exportaciones nacionales crecieron 127,7% entre 2003 y 2010 y desempeños positivos también mostraron la mayoría de las provincias. San Juan, con un crecimiento de sus ventas externas de 1.326%; Santiago del Estero (228%), Jujuy (205%), Entre Ríos (185%) y Catamarca (183,1%) encabezan las lista de las provincias más dinámicas.

En buena parte, estos cambios se explican por la expansión de la minería, producto de inversiones de grandes jugadores mundiales y del notable aumento de precios de la plata y el oro: pasó de US$600 la onza en el 2006 a los US$1.650 de la actualidad.

La contracara es que la producción minera, más allá de su componente de contaminación y cuestionamientos ambientales, generalmente sale del socavón al puerto sin procesamiento, razón por la cual se la considera producción primaria. La excepción es San Juan, en donde los embarques mineros son considerados MOI.

“La diferencia es que en San Juan se produce un lingote compuesto de oro y plata que es un producto final, mientras que por ejemplo en Catamarca, se produce un concentrado de cobre y oro que necesita un proceso adicional para separar los metales y refinarlos”, explica Horacio Puigdomenech, catedrático de Geología Económica de la Universidad de San Juan.

Para el docente, sólo la producción de la mina sanjuanina de Veladero representó entre 2003 y 2008 el 23% del PBG provincial y permitió tener en el 2011 un 3,6% de desocupación, una de las tasas más bajas del país. Además, “la minería le aportó al sector público $5.600 millones en 2010. De dicha suma, $4.750 millones fueron aportados por la vía impositiva, y los restantes $850 millones fueron destinados a entes públicos y fondos fiduciarios”, dice Puigdomenech.

Según la consultora Economía & Regiones, sobresale el crecimiento de los embarques de manzanas y peras en Río Negro, en donde además comienza a despuntar el complejo siderúrgico; el maní crudo y el maíz en La Pampa. Mendoza, que cedió un lugar en el ranking de provincias exportadoras pero aumentó en tres puntos porcentuales su participación en el total general, presenta crecimiento en las exportaciones de vino, frutas frescas, ciruelas secas sin carozo y ajo. “Luego de una caída en los precios de los principales productos exportados por Mendoza en el 2009, hubo una recuperación paulatina hasta el año pasado y sus envíos se estabilizan, aunque enfrentan achicamiento de la rentabilidad por la suba de costos, particularmente en vitivinicultura, frutas y aceite de oliva”, dice Cohen Arazi.

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