José Luis Gioja, gobernador de San Juan

El sector anda muy bien. La minería es central para el desarrollo de todos los pueblos, por lo que las provincias productoras de minerales hemos decidido juntarnos, así como en el pasado lo hicieron las que producen hidrocarburos. En mi opinión, la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) va a servir fundamentalmente para compartir experiencias, analizar la legislación y ponerle mucha luz a una actividad que no la tiene y en la que hay mucho desconocimiento y muchas mentiras.
Nuestro país hizo un proceso distinto al de Chile, que comenzó por la pequeña minería. Acá empezamos por la grande, que exige más tiempo y capital intensivo. Por suerte esta industria tiene lugar en los distritos provinciales más rezagados de la Argentina, que se están recuperando gracias a ella. Por nuestra parte, en 10 años pasamos de obtener 147 millones de dólares por exportaciones a alcanzar los u$s 2.500 millones. Además hemos avanzado en el tema de las regalías, que ya no se pagan por el valor en boca de mina sino por el de facturación, lo que nos permitirá realizar nuevas obras de infraestructura a través de un fideicomiso.

Julián Rooney, vicepresidente AA. CC. de Xstrata
Desde mi perspectiva, el principal problema que por estos días enfrenta el sector minero en la Argentina es el de la desinformación o desconocimiento sobre la propia actividad. Este inconveniente lleva a que muchas cuestiones se mitifiquen y se instalen en la sociedad de forma equivocada. En ese sentido, estoy convencido de que las empresas del rubro, principalmente de la mano de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), continuarán profundizando una línea de mayor y mejor comunicación para divulgar los beneficios de la minería. Tenemos que brindar información clara sobre los múltiples usos que hacemos en la sociedad moderna de todos los minerales que se extraen de la tierra, además de explicar cómo se puede explotar esta actividad con total respeto por el medio ambiente y en armonía con otras industrias.
Actualmente estamos viviendo un período apto para la llegada de capitales al segmento, ya que los mercados internacionales siguen siendo demandantes y continúan las expectativas favorables para los precios de los commodities. Pienso que 2012 será un año ideal para las decisiones sobre inversión en aquellos países que cuentan con un marco legal e impositivo atractivo.

Eduardo García de las Longas, gerente de Sust. de Cerro Vanguardia
El mayor desafío que enfrenta nuestra minería se vincula, a mi entender, con la problemática de la sustitución de las importaciones en términos de insumos y equipos. En nuestro caso, si bien estamos alineados con la política nacional, observamos con cierta preocupación que las demoras en torno a la adecuación de la industria local y la falta de información generarán dificultades para importar a tiempo algunos insumos críticos, lo que -en definitiva- podría comprometer la continuidad de las operaciones. No obstante, estamos colaborando con el Gobierno para evitar estos problemas.
Por otro lado, considero que las demandas de ajustes salariales en paritarias son excesivas, puesto que comprometen la rentabilidad del negocio y por ende condicionan la llegada de futuras inversiones a fin de extender la vida útil de los yacimientos en marcha.
En líneas generales, y a pesar de los desafíos presentes, creo que hay muchas oportunidades para seguir creciendo. Pero también considero que la continuidad de la tendencia alcista dependerá, en gran medida, de un esfuerzo mancomunado por parte de todos los actores involucrados; es decir, el Gobierno, las empresas, los gremios y los proveedores.

Alberto Trunzo, presidente de Bórax
En primer término, nos preocupa sobremanera la pérdida de rentabilidad que se está verificando dentro del sector a nivel nacional, ya que sin lugar a dudas la inflación en dólares viene erosionando el tipo de cambio real. Asimismo, nos sigue inquietando la falta de energía, limitación que nos obliga a paralizar nuestras operaciones entre junio y julio y nos lleva a reactivarlas recién en agosto. El Enargas, por cierto, nos impuso una multa por exceso de consumo que superó en un 100% al precio del contrato. A decir verdad, cada tanto nos aplican alguna restricción por el estilo.
Por otro lado, resulta considerable la demora en la resolución de los amparos judiciales presentados por las empresas mineras en cuanto a estabilidad fiscal y a la inconstitucionalidad del decreto 2.067 (que estipula la creación de un fondo fiduciario para atender las importaciones de gas natural en la provincia).
En definitiva, pienso que las compañías del sector nos vemos cada vez más asfixiadas por medidas como las ya citadas o las suspensiones del reintegro a la exportación. Por lo tanto, juzgo que este no es un momento especialmente propicio para la inversión.

Martín Dedeu, presidente de la CAEM
El sector ha demostrado su fortaleza y proyección de cara al futuro, ya que la inversión y la cantidad de empresas exploradoras y de proyectos dentro del país sigue en franco ascenso. No es un dato menor, si se tienen en cuenta nuestros inicios, que hoy la CAEM ya cuente con alrededor de 100 asociados.
No hay dudas de que las riquezas geológicas de la Argentina ameritan la llegada de capitales de todo el mundo. En ese sentido, será importante mantener un equilibrio como mercado minero competitivo. Aunque la actividad está pasando por un buen momento en materia de precios, normalmente se producen fluctuaciones que hacen que el negocio no funcione como una línea recta hacia arriba en forma permanente, ni mucho menos. Por eso será clave mantener el sistema de seguridad jurídica y de previsibilidad y que los actores involucrados analicen las maneras de optimizar las inversiones en el segmento, con reglas claras y llegando a consensos para distribuir las rentas, tal como sucedió en Chile y en Perú. Si todo eso se da, el sector seguirá experimentando uno de los mayores crecimientos dentro de la economía nacional.

Horacio Gabriel, gerente de RRII de Minera Triton
Estimo que este año será positivo para la industria minera argentina, más allá de algunas dificultades a considerar, como la iniciativa de algunos distritos provinciales en pos de incrementar los gravámenes, sobre todo en materia de regalías, sin tomar en cuenta que la carga impositiva total que afronta el sector es la más alta de América latina, por un lado, y que el problema de fondo es la distribución entre la nación, las provincias y los municipios, por otro. También resultan preocupantes, en este contexto, los posibles cambios en las reglas de juego para aquellos emprendimientos que ya están operando, máxime porque en algunos casos los costos han tenido aumentos significativos. Y si bien los precios de los metales se han ido incrementando gradualmente en todo el mundo, los márgenes son cada vez más exiguos. De todos modos, soy optimista; creo que disminuirá la actividad de los grupos anti-mineros y pseudo-ambientalistas en el país, fundamentalmente a partir de la mayor dinámica informativa que está poniendo en marcha el segmento y de la creciente importancia que está teniendo la actividad en el desarrollo de las comunidades locales.

Alfredo Marchioli, presidente de la AEMCA (Catamarca)
El panorama nacional para la llegada de nuevas inversiones en el sector minero me parece francamente desalentador. Las restricciones en materia de importaciones y las constantes e impulsivas modificaciones de las medidas de regulación por parte del Estado (lo que promueve una generalizada falta de previsibilidad) de seguro se verán agravadas por el nuevo escenario de la economía mundial, que en el corto plazo estará signada por una menor liquidez, lo que a su vez implicará una significativa reducción de las inversiones. Y la falta de previsibilidad no debe confundirse con la necesidad de una robusta regulación estatal: a mi criterio, el control regulatorio debe existir, pero las medidas necesarias para su ejercicio deben ser previsibles, por lo menos para el mediano plazo.
Vale aclarar que este pronóstico desalentador no responde necesariamente a una coyuntura, ya que -además de registrar un desempeño inferior al de otros países de la región, como Brasil, Chile y Perú- la Argentina viene registrando una caída en el atractivo de las inversiones mineras, tal como lo indica la última edición del ranking que elabora anualmente el Instituto Fraser, de Canadá.

Facundo Huidobro, director de Mansfield
Dado que en Salta tenemos una seguridad jurídica firme, los retos de nuestra minería son a largo plazo. Salvando algunas diferencias en torno a la importación, consideramos clave que se mejore la infraestructura de los caminos. Teniendo en cuenta el aumento previsto para los próximos cinco años en la exploración y la demanda de minerales salteños clásicos, como los boratos y el litio, el mayor desafío pasa por acompañar esa proyección con una infraestructura vial y energética adecuada. En ese sentido, deberá mejorarse la Ruta nacional N° 51, el único vínculo entre la Puna y Chile, que actualmente no es confiable.
También será primordial lograr un acuerdo de energía que se adapte a las exigencias de la industria a fin de optimizar la actividad industrial en la provincia. Por otro lado, hoy es más difícil acceder al financiamiento, lo que está complicando, sobre todo, a las mineras junior, que no tienen prospectos alentadores.
En cuanto al actual escenario para los inversores, pienso que ninguna empresa se va a ir del país, pero el tema es qué calidad de inversión tendremos. Se precisan inversiones serias y no apuestas de corto plazo.
Alastair Still, director de Proyecto Cerro Negro (Goldcorp)
La industria extractiva sigue atrayendo a la inversión y el interés en la Argentina. Es cierto que hay riesgos de hacer negocios como en cualquier jurisdicción, pero localmente hemos determinado los siguientes: un tipo de cambio alto que lesiona la competitividad, las restricciones a las importaciones de bienes de capital para los cuales no hay sustitutos en el país, y una inflación creciente. Por otro lado, desde Goldcorp Cerro Negro seguimos manteniendo buenas relaciones con los sindicatos en un ambiente de demandas cada vez más complejas.
En términos de suba de costos y reducción de la competitividad, debemos apuntar a ser eficientes con el gasto para mantenernos dentro de los niveles de inversión previstos para el proyecto. Con relación a las restricciones a las importaciones de bienes, hemos ido sustituyendo buena parte de las mismas, y tenemos permanente contacto con las autoridades en torno a la compra en el exterior de bienes de capital sin sustitutos locales posibles.
Finalmente, en lo que hace al aspecto sindical, nos mantenemos cerca y trabajamos con los gremios y con las autoridades laborales para evitar los conflictos. Intentamos ser proactivos y no reactivos.

Fabrizio Benedetti, director ejecutivo de la CASEMI
La minería argentina necesita de mucha mano de obra especializada para sostener su creciente desarrollo, además del apoyo de los proveedores de servicios locales para que sea mejor visualizada como una industria socialmente responsable en sus zonas de influencia. En efecto, estamos trabajando para que la actividad sea más visible y para que los proveedores eleven su capacitación y se sientan realmente insertados en los proyectos mineros, que en lo inmediato van a necesitar cada vez más personal, lo que constituye un gran reto a sortear.
Hoy el sector vive un gran momento. La mesa de homologación y la sustitución de importaciones están generando enormes oportunidades. Queremos superar los casi 350 millones de pesos de ‘compre argentino’ para la industria, cifra con la que cerramos el año pasado. Otra buena noticia es el nacimiento de la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI), para que los gobernadores nos marquen el camino a nosotros, los empresarios.
Luego de haber cerrado un 2011 excepcional, este 2012 comenzó con anuncios promisorios que evidencian el interés del Gobierno nacional en pos de que nuestra minería siga creciendo.

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