Hace un año el CEEM trabaja distintas áreas de la problemática minera con la convicción de que esta actividad puede aportar al PBI local tanto como el agro

IAE Business School, a través de su Centro de Estudios Estratégicos Mineros (CEEM) se encuentra trabajando junto a importantes empresas de este sector para definir lineamientos que permitan que esta actividad llegue a aportar al PBI de la Argentina prácticamente el mismo valor que hoy contribuye la agricultura, para el año 2030.

A primera vista, parece un objetivo demasiado ambicioso. Pero de ello está seguro Diego Blasco, director de Desarrollo Corporativo del IAE. “Chile el año pasado exportó cobre por u$s42 mil millones, mucho más que lo que obtuvo la Argentina por las ventas de soja”, ejemplificó el directivo para contextualizar el proyecto.

“Tanto la minería como la sociedad deben tomar conciencia de la riqueza que puede crear. Se trata de expandir la bonanza de la pampa húmeda al interior, para volvernosmenos dependientes de la soja”, continuó.

Cinco mineras acompañan la iniciativa: Barrick, Yamana Gold, Vale do Río Doce, Patagonia Gold y Minera Santa Cruz (Hochschild). “Pero el CEEM no es de las mineras. No es una cámara”, aclaró Blasco.

“No aceptamos tampoco empresas con proyectos corto plazo ni queremos que se discutan en la mesa temas coyunturales. Queremos pensar la minería cómo debería ser”, dijo el director de Desarrollo Corporativo.

Puntualmente, de acuerdo al CEEM, en la Argentina esta industria debería atenerse a la ley del año ’93, tener un proyecto de largo plazo y desarrollarlo de forma sustentable. “Por ejemplo, si una mina será explotada durante un período de unos 40 años, se debe anticipar qué sucederá con la comunidad de personas que se genere alrededor de ella una vez que cierre”, explicó Blasco.

El catedrático de la escuela de Pilar, reconoce las objeciones que el sector enfrenta desde distintas entidades y grupos de la sociedad, y lo justifica en el hecho de que algunas mineras “han hecho las cosas muy mal y otras muy bien”, lo cual ha dejado secuelas en las impresiones que tiene la gente sobre ellas.

“Argentina no conoce de minería. Y eso es algo bueno, porque entonces vamos a ser más exigentes en temas de sustentabilidad”, opinó el académico de IAE.

Por último, detalló que en este año el CEEM ha elaborado un mapa de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (matriz FODA) para la industria minera, y así identificó nueve áreas en las que el sector deberá trabajar.

Una de ellas es la comunicación, tanto a través de los medios como de acciones en la comunidad. Otra es en la educación, al público interno y hacia la sociedad que desconoce sobre temas de minería. El marco político, jurídico, impositivo, son otros de los puntos centrales.

Aunque uno de los ejes más interesantes que está trabajando el CEEM es el de la comunidad: “Queremos en el tiempo en el que dura el proyecto minero formar a las personas que componen la comunidad en torno a la mina para que no sean dependientes de ella, sino que puedan utilizarla como una oportunidad para arrancar y salir al mercado como empresarios”, completó Blasco.

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